Es importante estar en constante revisión de la composición corporal, valorando tu porcentaje de masa grasa, masa magra y líquidos.
Obesidad y sobrepeso/aumento de peso
Tanto para reducir grasa corporal como para recuperar un peso excesivamente bajo, se puede conseguir a través de una alimentación equilibrada, y sobre todo sin riesgos ni productos milagro.
Aumento de masa muscular
También con una alimentación adecuada podemos favorecer tu rendimiento en el gimnasio, asesorándote en una suplementación que tenga auténtica evidencia científica en su efectividad.
Los hábitos de estilo de vida saludable serán tu mejor prevención, siendo un adecuado aporte de grasas y nutrientes nuestra principal herramienta.
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Problemas digestivos
Digestiones pesadas, intolerancias alimentarias, reflujos y eructos, hinchazón y distensión abdominal, gases, estreñimiento o diarreas son problemas cada vez más comunes en la población.
En muchas ocasiones es necesario descartar una celiaquía o una Helicobacter pilory, en otras se trata de un SIBO o una disbiosis en la microbiota intestinal. Analizaremos las pruebas médicas que nos aportes y apoyaremos con otras, si fuese necesario, diseñando un tratamiento personalizado acorde con el diagnostico aportado.
La dieta FODMAPs o de cuidado digestivo, test de aire espirado, test de microbiota intestinal, junto con el uso de determinados suplementos, serán algunas de las herramientas que podremos utilizar dependiendo de cada caso. El objetivo será que poco a poco recobres tu salud intestinal y puedas normalizar tu alimentación.
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Enfermedades cardiovasculares
Mediante una analítica de sangre podemos conocer tu riesgo de sufrir enfermedades metabólicas como la gota, diabetes, hígado graso… desde el punto de vista de varios parámetros.
Por supuesto, valorar el riesgo cardiovascular, no solo quedándonos en los valores de la analítica, sino comprobando si el colesterol “bueno” (HDL) llega a compensar al “malo” (LDL), y averiguar de si este colesterol “malo” cuánto de “malo” es. Todo ello nos dará una idea del riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular como la hipertensión, infarto de miocardio, accidente cerebrovasculares… en los próximos años.
Dependiendo de los resultados aportaremos recomendaciones dietético-nutricionales y de hábitos de vida que corrijan las posibles desviaciones y reducir estos riesgos, para así gozar de una buena salud.
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Metabolismo de los azúcares y la diabetes II
En no pocas ocasiones la misma obesidad y el sedentarismo hacen que nuestro metabolismo no gestionen bien los hidratos de carbono de la dieta, encontrándonos a pacientes que tienen una mayor dificultad de bajar de peso, ansiedad por el dulce y con una sensación de cansancio continuo sin motivos aparentes.
Esto puede ser debido a una resistencia a la insulina, problema que puede boicotear nuestro objetivo de perder peso. Es reseñable que esta resistencia a la insulina suele estar muy acentuada en algunos casos de Síndrome de Ovarios Poliquísticos. Mediante analítica de sangre, podemos valorar el grado de resistencia a la insulina o de la sensibilidad de nuestro cuerpo a esta, e incluso saber si nuestro páncreas está con sobrecarga.
Dependiendo de los resultados se diseñaría una estrategia dietético-nutricional y de hábitos de vida para corregir dichos parámetros, con el objetivo de mejorar la composición corporal y el estado de salud.
En pacientes con diabetes 2 ya diagnosticada, se amoldaría una dieta personalizada teniendo en cuenta su patología, con una analítica a los 15 días para comprobar el efecto de mejora del control de la glucosa en sangre en este periodo. De esta forma nos aseguramos de una adecuada evolución durante el proceso.
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Enfermedades autoinmunes
Podemos acompañarte en el control de los síntomas de muchas de las enfermedades autoinmunes existentes, cada vez más frentes en la población: celiaquía, hipotiroidismo de Hashimoto, Graves, artritis reumatoide, dermatitis atópica, lupus…
Dependiendo de cada caso, el control de ciertos nutrientes de la alimentación, la mejora de la composición corporal y del metabolismo, y de determinados hábitos de vida son claves para el control de este tipo de enfermedades.
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Nutrición Oncológica
A estas alturas es de sobra conocida la importante relación que existe entre alimentación y salud. Esta verdad se acentúa todavía más en personas que pasan por un proceso oncológico, ya que los tratamientos para el control del tumor, como cirugías, radio y quimios, son procesos muy agresivos, que afectan también al resto del organismo.
La nutrición oncológica tiene dos frentes:
Por un lado, se centra en potenciar los mecanismos de defensa naturales que dispone el cuerpo para sanar, mejorando así las recuperaciones.
Y por otro, en disminuir los efectos secundarios del tratamiento, como náuseas, vómitos y diarreas… o en controlar la falta de apetito y alteraciones del gusto que pueden llevar a una disminución de la ingesta. De cualquier modo, todo ello se traduciría en una desnutrición que llega consumir la masa muscular y la energía del paciente, lo cual debemos evitar mediante determinadas estrategias nutricionales.
En definitiva, la nutrición oncológica diseña un protocolo dietético-nutricional personalizado enfocado a la mejora de la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
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Otras enfermedades y problemas nutricionales
¿Has tenido un ataque de gota y te han mandado una dieta pobre un purinas? ¿Sabías que hay otros factores nutricionales más importantes a tener en cuenta para el control de la gota?
¿Te han mandado una dieta pobre en residuos para una prueba médica y no sabes por dónde empezar?
¿Estás bajo tratamiento para el cáncer de quimio o radio y estás teniendo efectos secundarios que repercuten en tu alimentación y en el peso corporal?
¿Te gustaría realizar una dieta Keto para el control del hambre, sana y que haya el mínimo de síntomas de adaptación?
¿Tienes déficit de DAO y te tienes que seguir una dieta baja en histaminas?